El invierno y sus inclemencias meteorológicas afectan a los toldos y es bueno aprovechar ahora para realizar tareas de mantenimiento y limpieza de los tejidos, para poder disfrutar con plenitud de la protección que ofrecen los toldos durante el verano. Hacer el mantenimiento y limpieza adecuada es importante y para ello es conveniente tener en cuenta algunos métodos que debemos utilizar para una buena limipeza.
Lo primero que podemos hacer es quitar el polvo que se habrá acumulado. El uso de una escobilla o del aspirador nos ayudará a quitar el polvo.
Para una limpieza más profunda, podemos preparar una mezcla de jabón líquido o detergente diluido en agua templada. Con la ayuda de un cepillo, esta mezcla nos permitirá limpiar la superficie del toldo. Podemos utilizar un pulverizadaor para llegar a toda la superficie del toldo. Una vez pasado el cepillo, debemos enjuagar con agua abundante y dejar secar el tejido.
Es posible que una vez terminado el proceso anterior, nos encontremos con alguna mancha. La solución pasa per tratar la superficie afectada con la misma mezcla, dejar que actúe durante unos minutos, frotar la zona con un cepillo y después enjuagar con agua limpia. Debemos dejar el toldo extendido hasta que esté bien seco. Si lo enrollamos húmedo, corremos el riego que se forme moho. En cualquier caso, si vemos que hay moho en el toldo, podemos utilizar algún producto antimoho de los que existen en el mercado.
Si observamos que el toldo ha perdido la intensidad de su color, podemos probar con una mezcla de jabón líquido y vinagre blanco que aplicaremos con un cepillo por toda la superficie.
En cuanto al mantenimiento, es importante cuidar bien las partes metálicas de la estructura que soporta el toldo. Secar bien estas partes metálicas y poner aceite en las partes móviles y las bisagras evitarán la oxidación y permitirán que el mecanismo de movimiento del toldo funcione correctamente y no se atasque.