Los toldos están en la intemperie y, por lo tanto, necesitan de mantenimiento para conservarlos limpios y garantizar una larga duración.
Algunos consejos a seguir, muy básicos:
- Recoger el toldo siempre en caso de lluvia, viento y nieve.
- Si nuestro toldo se ha mojado, esperar a que se seque antes de recogerlo. En caso contrario, puede aparecer moho en la superficie.
- No forzar el toldo al recogerlo. Si cuesta recogerlo es probable que haya algo que lo obstruya, que hay que quitar.
- En caso de averías o de alguna rotura, lo mejor es acudir a los profesionales.
- Es aconsejable hacer una revisión anual del toldo, o antes o después del verano. Es la mejor forma de prevenir un posible deterioro que conel tiempo puede convertirse en irreversible.
- Para conservar la intensidad del color de la tela, que con el sol pierde viveza, es bueno seguir una rutina periódica de limpieza.
- El polvo, los pájaros… El toldo tiene sus enemigos. Es bueno pasar la aspiradora por la tela para eliminar estos elementos, y hacerlo antes de que llueva. En cualquier caso, hacerlo con el toldo seco.
Para limpiar un toldo, además de acudir a profesionales, podemos utilizar un cepillo con cerdas suaves o una esponja, y una cantidad pequeña de jabón neutro. No hay que utilizar nunca lejía, que afectaría al color.
A menudo, la dimensión de la superficie del toldo hace que tenga zonas inalcanzables, por lo que es conveniente utilizar un palo largo donde anclar el cepillo y la esponja y, de este modo, trabajar con mejor comodidad y poder acceder a toda la superficie.
También es importante limpiar las zonas metálicas, para evitar su degradación. En caso de los mecanismos automáticos, no debemos manipularlos y acudir siempre a los profesionales, para evitar desperfectos irreversibles.