Las ventanas con las que trabajamos en Montol ofrecen tres tipos de aislamiento térmico, lo que permite adaptar nuestros proyectos a las necesidades de nuestros clientes.
El aislamiento estándar es recomendable para sistemas de ventanas correderas tradicionales. Ofrecen un nivel de aislamiento de calidad, con los perfiles de la marca Kömmerling y vidrios estándar que cumplen con los requisitos legales establecidos.
El aislamiento reforzado ofrece el rendimiento aislante óptimo en los sistemas de ventanas practicables, y está diseñado para reducir al máximo las pérdidas energéticas de la vivienda.
Finalmente, el aislamiento térmico superior ofrece una combinación de sistemas y vidrios más aislantes del mercado, lo que nos permite atender necesidades especiales, como pueden ser los proyectos de Passivhaus o viviendas ubicadas en lugares con condiciones extremas.
La elección del nivel de aislamiento de nuestra ventana es una de las decisiones que debemos tomar cuando nos plantemos un cambio de ventanas
La elección de unos de estos tres niveles debe ser una de las decisiones que debemos tomar cuando nos planteamos el proyecto de cambio de ventanas, pero no la única: Hay que tener en cuenta también el nivel de aislamiento acústico, el nivel de seguridad y, finalmente, los colores exterior e interior de la ventana, además de si debe ir equipada o no con persiana.
La imagen que ilustra este artículo es el modelo de etiqueta que se usa para conocer las características técnicas de la ventana. Podemos observar cómo se define el nivel de eficiencia de la ventana en invierno y en verano, el nivel de aislamiento térmico y la permeabilidad al aire, entre otros datos.
En Montol, nuestro compromiso es ayudarte a tomar decisiones informadas sobre el aislamiento térmico para garantizar tu comodidad y eficiencia energética.
Ventanas aislantes: Estar bien en casa y conseguir que nuestro hogar sea el escenario de nuestros momentos más plenos depende de muchos factores. Y uno de ellos es la temperatura, el confort térmico que hace que nos sintamos cómodos y a gusto. En determinados entornos urbanos, valoramos el silencio, el confort acústico que nos dé la sensación que vivimos aislados del ruido exterior, que en ciudades puede ser insoportable.
Al confort térmico y acústico, debemos añadir el hecho que las ventanas aislantes ayudan también a la mejora de la seguridad del hogar.
Los materiales que mejor sirven para cumplir la función aislante son el PVC y el aluminio.
El PVC es un material resistente, ligero y duradero, que cumple muy bien la función aislante. El aluminio, metal ligero y resistente, es también un buen aislante térmico. La clave la encontramos en el hecho que los marcos de las ventanas suelen tener unos perfiles interiores que crean cámaras de aire que ayudan para obtener un aislamiento más eficaz.
Sin embargo, es el vidrio lo que hay que tener más en cuenta, ya que es el material que ocupa más superficie de nuestra ventana. Y hay que tener en cuenta que tenemos ventanas de vidrio simple (un solo vidrio), vidrio doble (dos vídeos de modo que permiten crear una cámara de aire), y vidrio triple (tres vidrios que forman dos cámaras de aire).
El material y el vidrio determinan el nivel de aislamiento de cualquier ventana. Y deberemos elegir en función del clima de la zona, la orientación de nuestra vivienda (no es lo mismo una ventana orientada al norte que al sur) y el presupuesto. Existen otros factores a considerar, como el diseño o el sistema de apertura.
Las ventanas aislantes son uno de los sistemas más eficaces de ahorro energético. Esta es la razón por la que se han establecido ayudas públicas para fomentar su instalación. Con una buena elección, conseguiremos más confort, ahorraremos energía y contribuiremos a una mejor salud del planeta. Y nos permitirá que vivamos mejores momentos en nuestro hogar.
Las actuales tendencias en arquitectura buscan reducir al máximo el consumo energético de las viviendas, lo que se consigue con un buen aislamiento térmico, el control de infiltraciones, el aprovechamiento de la energía del sol para una mejor climatización y una máxima calidad del aire interior.
En el año 1990 se construyó en Alemania el primer edificio diseñado bajo los parámetros del llamado estándar Passivhaus, una serie de condiciones en el diseño y la construcción de edificios para minimizar el consumo energético, especialmente para calefacción y refrigeración.
El cumplimiento de este estándar puede suponer el 80 por ciento de ahorro en gasto de energía, que en España, por las condiciones de su clima, puede llegar al 60 por ciento, con lo que puede conseguirse la mejor clasificación energética posible, la clase A. El estándar para clima mediterráneo establece que la demanda máxima de energía útil para calefacción debe ser de 15 Kwh por metro cuadrado y año, y la misma cantidad para refrigeración, entre otros parámetros.
Para conseguir estos estándares es necesario, entre otras cosas, que tengamos un muy buen aislamiento en ventanas. Un ejemplo son las ventanas Kömmerling 76 MD Xtrem. Están certificadas para poder cumplir el estándar Passivhaus para clima templado al ofrecer un aislamiento máximo. Contienen seis cámaras de aire estanco, en tan solo 76 mm de espesor, lo que le permite un elevado valor de aislamiento térmico y acústico sin renunciar al resto de prestaciones, al incorporar los últimos avances en ingeniería de perfiles. Estas ventanas, además, se ofrecen con diferentes formas de apertura (oscilobatiente, abatible en ejes horizontal o vertical, pivotante…).
Son muchas las familias que optan por adaptar sus terrazas para poderlas aprovechar más, incluso en invierno.
Existen diversas alternativas, en función del tipo de terraza, de su superficie y, claro está, de las necesidades que tengamos. Hoy os mostramos dos proyectos que hemos realizado:
En esta terraza, por ejemplo, hemos optado por un cierre con cristales sin perfiles, de modo que se garantiza la entrada de la luz solar, a la vez que aislamos la terraza del viento y otras inclemencias meteorológicas. La terraza puede convertirse de este modo en un espacio cotidiano de nuestro piso, utilizable en invierno. Para el verano, se abren los cristales y podemos disfrutar de la terraza.
En esta otra imagen el proyecto nos pedía la ampliación de la cocina, aprovechando la superficie de la terraza. Optamos per un cierre de aluminio CR40 de Thermia, con corredera de gama alta y cristal de calidad. La presencia del toldo, además, permite regular la luz que entra en la estancia.
Cada proyecto es un reto para Montol, y buscamos las mejores soluciones que garanticen comodidad, estabilidad térmica y aislamiento. Todo ello, para una mejor calidad de vida.
A la hora de tomar una decisión sobre qué tipo de ventana de PVC queremos instalar, debemos tener en cuenta diversos factores.
Podemos estar seguros de que hemos hecho una buena elección: las ventanas de PVC aíslan y protegen de la intemperie y, además, están fabricadas con materiales 100 % reciclables: todo el material con el que están construidas puede reutilizarse.
Una de las claves más importantes a la hora de elegir es el sistema de perfiles de la ventana, el marco. Las prestaciones de la ventana vienen determinadas por el perfil, que es la clave principal con relación a los niveles de aislamiento térmico y acústico, además de la seguridad. Debemos fijarnos en el número de cámaras que contiene el perfil y, especialmente, en el llamado valor “U”, que mide la cantidad de temperatura que se intercambia con el exterior. Cuanto más bajo sea el valor “U”, mejor aislamiento térmico tendremos. Otros valores a tener en cuenta son los valores que permiten valorar la permeabilidad, la resistencia y el aislamiento acústico.
El cristal que se utilice también es importante. El número de vidrios, las capas que existen entre ellos y el espesor son elementos a tener en cuenta.
El sistema de cierre y apertura es otro aspecto que debemos valorar. Debe cumplir con la normativa, igual que el resto de elementos que conforman la ventana.
La persiana complementa las funciones de la ventana, y nos permite regular el nivel de luz que entra en nuestra vivienda. Que sea compacte y que esté bien integrada en el conjunto de la ventana es lo más aconsejable.
Finalmente, otro elemento importante es la instalación. En Montol somos expertos y garantizamos una correcta instalación de las ventanas, de modo que aprovechamos al máximo sus características.
Elegir bien es importante, y desde Montol te ayudamos para que puedas tomas una buena decisión.
En plena canícula, de una ventana podemos pedirle que reduzca la cantidad de calor que entra en la estancia, que disminuya el deslumbramiento y que minimice al máximo la influencia de los rayos nocivos. Y que, además, permita ahorrar energía.
En Montol trabajamos con Kömmerling ®, que ofrece un excelente sistema que garantiza el aislamiento térmico de las ventanas. Debemos conseguir el máximo confort y reducir al máximo las pérdidas energéticas de la vivienda.
Antes de tomar la decisión, deberemos decidir qué tipo de apertura es más conveniente, qué tipo de aislamiento, valorar la capacidad de resistencia para una mejor seguridad y el tipo de persiana que utilizaremos. Y, claro está, deberemos tener en cuenta también las cuestiones estéticas.
Estas son algunas de las variables que deberemos tener en cuenta. En Montol te ayudamos a elegir la mejor opción, según tus necesidades. Tenemos la experiencia y trabajamos con las mejores marcas.